jueves, 16 de julio de 2015

Nuestro descubrir en el Agua

Muchos de mis recuerdos más alegres son en la playa o en la piscina de algún club y es gracias a mis padres que desde bebe me llevaban a nadar e hicieron que yo me enamorara del agua. Podía pasar vacaciones enteras nadando, no había nada más divertido para mí, eso hizo que el agua se convirtiera en una parte muy importante de mi vida.

Es por eso que cuando hice mi check - list sobre las cosas que quería para Thiago una de las más importantes fue el aquabebe!

Quería que amara el agua tanto como yo y que lo hiciera desde  pequeñito, pero la búsqueda de un lugar donde pudiera hacer mi sueño realidad no fue fácil.
Las escuelas donde averigüé solo aceptaban bebes mayores de 6 o 9 meses, solo con la compañía de uno de los padres y su metodología era enseñarles a nadar, que no está mal, pero no era lo que yo buscaba.

Lo que yo quería era un espacio donde los tres pudiéramos participar, un ambiente donde todo se diera de manera natural, pasando un momento divertido y en familia. Así fue como después de tanta búsqueda encontré las clases de Estimulación Acuática Infantil de Tania Dueñas, quien es Doula Certificada, Especialista en método AMNIO
y consejera en lactancia materna.

Me puse en contacto con ella y muy amablemente me brindo toda la información que necesitaba para el curso, también me dio algunas recomendaciones como llevar toallas, sandalias, ropa abrigada para después de la clase y algún juguetito para el agua, pero no me pidió ni pañales especiales o ropa de baño para bebe, que si me habían pedido en otros lugares. En las clases entendí porque no lo hizo.

Así fuimos los tres muy emocionados a nuestra primera clase, al llegar nos alistamos y antes de entrar a la piscina Tania me pregunto si Thiago no estaba más cómodo sin el traje de baño, me dijo que lo podíamos meter calatito, me explico que los bebes cuando están en el agua no se hacen ni pila, ni popo y así fue, en todo el tiempo que estuvimos en el agua no tuvimos ningún problema con la higiene.

La primera reacción de Thiago al entrar a la piscina fue abrazarme, mirarnos constantemente,  y cuando se dio cuenta que papá y mamá no irían a ningún lado empezó a chapotear, voltearse, explorar, agarrar su tortuga de juguete, le encantaba esta nueva experiencia de libertad!

Mientras avanzaba la clase Tania nos llenó de confianza e hizo sentir en familia, nos acompañaba y miraba paciente nuestro descubrir en el agua, explicándonos la importancia  del trato que debe existir entre el trío que acaba de nacer (nosotros). Ya que la estimulación acuática en el primer año de vida del bebe es el más importante.

Nos enseñaba con una serie de juegos en los que el contacto físico, las caricias, el intercambio de miradas y sonrisas hacían de ese momento una experiencia única, donde fortalecíamos nuestros lazos de amor y confianza.

Al final de la clase sentí que había encontrado todo lo que buscaba y más! Un espacio donde nos relajamos, disfrutamos, llenamos de amor y seguridad. Hasta sentí una comunicación más fluida como pareja con mi negrito, gracias al ambiente donde estábamos.

Nuestras clases han sido unos momentos inolvidables, aquí les dejo algunas fotos para que vean cuanto disfrutamos:







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