viernes, 7 de agosto de 2015

Una conexión única

Cuando me entere que estaba embarazada recuerdo mucho que decía “Solo le daré de lactar lo necesario, hasta los 6 meses y nada más”. A lo que mi madre respondía: “cuando veas a tu hijo no podrás negarle nada” y tenía tanta razón. Desde el momento que escuche latir el corazón de mi adorado Thiago, se me cayó la baba de amor y supe que daría todo por él. 

Mi embarazo siguió avanzando y decidí que lo mejor para mi pequeño era una lactancia exclusiva y prolongada. Con mis objetivos claros me vinieron muchas preguntas ¿tendré suficiente leche? ¿Me dolerá dar de lactar? ¿Tendría heridas en los pezones? ¿Podre lograrlo? 

Entonces busque ayuda, para despejar mis dudas y encontré un taller sobre lactancia materna en Nueve Lunas, dictado por Thanie, quien es consultora en lactancia materna y directora del centro. Al asistir al taller me di cuenta que no era la única, todas las futuras mamas tenían dudas y miles de preguntas. 

Thanie nos explicó que todas las mujeres pueden dar de lactar, que no era doloroso y que la poca leche que producimos al principio para nuestros bebes es todo lo que ellos necesitan. Nos dio consejos de como colocar al bebe a la hora de darle de lactar, logrando un buen agarre al pecho para evitar las heridas y nos dijo que lo más importante era confiar en nuestro cuerpo. 

Después de los talleres que lleve y el apoyo incondicional de mi familia con la lactancia, estaba mentalizada en que lo lograría. Llego el día en que por fin conocería a mi pequeñito, estaba tan emocionada. Había practicado y leído todo lo que podía sobre lactancia,. Me sentía muy segura. 


Como tuve una cesárea solo pude ver y besar a mi pequeño un momento, pero dejamos indicaciones claras en la clínica que no le darían nada de fórmula, hasta que me trasladaran a la habitación y así fue.


Cuando por fin me bajaron a la habitación, lo primero que hice fue cargar a Thiago y besarlo. Le quite el body que traía puesto, me quite la bata, lo puse sobre mi pecho y nos abrigue con una manta. Al sentir nuestro primer contacto piel con piel, me sentí la mujer más feliz y afortunada de la tierra. 

A los minutos de ponerlo sobre mi pecho, empezó a moverse, movía la cabeza como si buscara algo y me di cuenta que quería leche. Lo coloque en la posición que había practicado y se cogió muy bien a mi pecho, recuerdo que pensé “será fácil”. 

En nuestro último día en la clínica, por el cansancio decidí darle leche tumbada en la cama, pero como estaba tan cansada no me asegure que estuviera bien colocado y eso causó que se formaran heridas en mis pezones. 


Cuando salimos de la clínica y llegamos a casa yo tenía heridas pequeñas, pero como Thiago lactaba, cada media hora se fueron agravando, hasta el punto que me sangraron los pezones. El dolor era tanto que yo le daba de lactar llorando, tratando de concentrarme en otra cosa para olvidarme del dolor. En casa todos me daban ánimos para seguir, pero también se daban cuenta que físicamente y mentalmente estaba agotada. 

Una noche no resistí mas y llorando decidí que le daría formula por unos días hasta que mis heridas sanaran. Mi madre y Miguel no sabían si hacerme caso o esperar hasta que se me pasara la crisis como en los días anteriores y lo único que se le ocurrió a mi mamá fue traerme a Thiago para que lo cargara. Él lloraba desesperado porque tenía hambre y sobre todo porque quería a su mamá. 

En ese momento algo paso, mi instinto supero a la razón y le di de lactar a mi pequeño, dolía pero el amor que sentía por él, podía más. Así seguí luchando durante los siguientes días, buscando la posición correcta y repitiéndome que por Thiago todo valía la pena. 

Empecé a confiar en mi cuerpo y poco a poco las heridas sanaron, cada vez se me hacía más fácil colocarlo al pecho y un día sin darme cuenta ya no me dolía. Gracias al apoyo incondicional de mi amado negrito y de mi madre, logre tener una lactancia exitosa. 

Hoy ya son más de 9 meses con nuestra lactancia y tenemos una conexión única, que no la cambio por nada! Es la mejor decisión que tome por mí y por él.



2 comentarios:

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  2. Estos dias estuve pensando en dejar de lactar. Todo cambio cuando vi tu caso, mi hijo estuvo hospitalizado durante una semana y llevo dias tratando de amamantar. Con mi bebe conoci la prueba de amor mas dificil y la mas hermosa. Cuando lei esto mi hijo lloraba de hambre me di fuerzas y lo puse al pecho llore por el infinito amor que le tengo y que no sabia que existia. Desde ahora luchare por lactar y dejare de pensar en mi dolor.

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